3ª REGLA.   LA ORACIÓN

La oración es el acto por excelencia de contacto personal con Dios. Ésta desarrolla el amor.

No se puede conocer a Cristo sin un contacto personalísimo con Él. El Bautismo exige esta necesidad filial: de las presencias de Cristo y del Espíritu Santo en el interior, que arrastran a vivir con Dios Padre.

-La oración es exigencia del Amor Sacerdotal:

- para presentarse como intercesor;

- para orar en nombre y a favor de otros;

- para poner al hombre en contacto con Dios.

(Éstas son las funciones sacerdotales)

La oración en sí no es una virtud. Es un acto de la virtud de religión, al igual que el sacrificio… como una actitud.

Dice Conchita: “La oración es comunicación directa de Dios con su Creatura y de la Creatura con su Creador”  De la Cuenta de Conciencia. Y además, es diálogo con las Divinas Personas:

+ De Dios con su criatura: es un don dado por Dios al ser para comunicarse;

+ De la criatura con Dios: es respuesta de amor a la solicitud de Dios;

Esta tercera regla nos exige vivir comunicándonos con Dios constantemente

*** APOSTOLADO DE LA CRUZ * PUERTO DE SANTA MARÍA ***.